El Gobernador Gerardo Morales disertó en el 58º Coloquio de IDEA denominado “Ceder para crecer” celebrado en Mar del Plata, en cuyo marco estableció prioridades para resolver los problemas estructurales de la economía argentina.
Gerardo Morales participó de una nueva edición del tradicional Coloquio de IDEA, oportunidad en la cual planteó la necesidad de “pensar el país a veinte años y terminar con la grieta”, citando como ejemplo el “tremendo espacio” de trabajo que se constituyó en el Norte Grande, en el cual “hablamos de política productiva y de desarrollo, no así de política partidaria”. “Este es el camino”, sentenció.
Morales compartió panel con sus pares de Chaco, Jorge Capitanich; de Santa Fe, Omar Perotti; de San Juan, Sergio Uñac; y el jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta.
El coloquio convocado por el Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina, abordó cinco ejes principales que hacen al presente y el futuro del país: Empleo, Educación, Finanzas públicas, Inserción de Argentina en el mundo y Reglas de juego, con la participación de referentes del empresariado, la política y el gobierno.
Entre otras prioridades, el mandatario jujeño hizo referencia al indispensable “ordenamiento de las cuentas públicas”, con miras a “lograr equilibrio fiscal para poder gobernar”.
Hizo votos por “definir un master plan de inversiones en infraestructura productiva que incluya la minería “, como así también un esquema de invariabilidad fiscal para todas las actividades económicas, especialmente para el rubro minero. “Hay que establecer reglas de juego claras para quienes invierten”, sostuvo.
Además, consideró menester “aprovechar los tiempos que vienen”, por cuanto el mundo “está demandando energías renovables, minerales críticos como el litio, alimentos y economía del conocimiento”.
“Hay que salir de la lógica de la pelea permanente con liderazgo y decisión”, aseveró.
En otro orden, anticipó que llegará el momento de “adoptar firmes determinaciones” y advirtió que “16.000 nuevos empleados fueron incorporados por las empresas del Estado, las cuales tenían un déficit en los últimos dos años y medio de 1.700 millones de dólares y ahora 5.300 millones de dólares”.
En este sentido, refirió a la situación del ingenio La Esperanza, el cual, al iniciar su mandato, era administrado y financiado por el Estado provincial y contaba con 1.250 trabajadores, logrando bajar la planta de personal a 600 y encaminar la planta azucarera hacia su recuperación en manos del grupo Budeguer. Hoy esa empresa ocupa 750 trabajadores y 1.200 en época de zafra. “Esto significa que hay que tomar decisiones sustentadas en liderazgo y capacidad de gestión”, recalcó Morales.