La hazaña del Apolo 11 permitió despejar muchos enigmas sobre la Luna, como cuál es la composición del suelo lunar y qué revelan sus movimientos sísmicos. Pero medio siglo después de la llegada del hombre al único satélite de la Tierra, la Luna sigue siendo un tesoro lleno de misterios para la ciencia.
Comprender esos enigmas es esencial para misiones futuras como Artemisa, el plan de la NASA para enviar una nave tripulada a la Luna en 2024 y establecer allí una base orbital.
Claves de la evolución del Sistema Solar
“Nuestros orígenes todavía no están claros, tenemos muchos modelos que nos hablan del origen de la Tierra y del origen de la vida, pero todavía no sabemos exactamente cómo ha ocurrido”, explicó a BBC Mundo el geólogo planetario Dr. Jesús Martínez Frías, investigador del Consejo de Investigaciones Científicas de España y de la Universidad Complutense de Madrid.
“Y la Luna guarda muchas de esas claves porque los elementos más pristinos, más primigenios, están ahí”.
Nuestro satélite se formó como consecuencia del gigantesco impacto de un objeto del tamaño de Marte contra la Tierra que desgajó parte de nuestro planeta, señaló el geólogo.
“Y como la Luna no tiene actividad geológica conserva esas claves químicas y mineralógicas a partir de las cuales se formó la Tierra y también nosotros, porque somos materia autoorganizada después de 4.000 millones de años de evolución”.
Los estudios que pueden hacerse en la Luna en busca de pistas sobre la evolución del Sistema Solar no podrían hacerse en nuestro planeta.
“La Tierra es un planeta geológicamente vivo y está en continua transformación con volcanes, terremotos, tectónica de placas, erosión, ríos. Todo eso está transformando todas las rocas y los minerales y es muy difícil encontrar algo que no esté alterado”, afirmó Martínez Frías.
La Dra. Adriana Ocampo, geóloga planetaria de la NASA, explicó a BBC Mundo que la Luna puede ayudar a descifrar la secuencia de eventos en la formación del Sistema Solar.
“Podemos decir que hemos ido a visitar todos los planetas y muchas de las lunas de nuestro Sistema Solar, pero tenemos que ver la secuencia de eventos, cuando se formó Júpiter,cuando se formó la Luna“.
“Tenemos que entender mejor la superficie de la Luna, datarla para hacer comparaciones con otros cuerpos, para poder entender realmente la formación del Sistema Solar”.
El agua del Polo Sur
El agua existe sobre todo en el Polo Sur de la Luna, el cráter más grande de impacto que se ha encontrado hasta el momento en el Sistema Solar.
“Ahí el Sol nunca le llega porque el eje de la Luna es casi perpendicular”, explicó la Dra. Ocampo.
Martínez Frías señaló que existe agua en la Luna atrapada en las rocas, y también en el hielo que han dejado los cometas en su paso por la Luna.
“Y recientemente también se ha descubierto que existe un tercer tipo de agua que se está formando en la actualidad por la interacción del viento solar, que es un viento de protones de hidrógeno que interacciona con el oxígeno de los óxidos y los silicatos que hay en el suelo, en el regolito lunar”, afirmó el geólogo.
La Dra. Ocampo señaló que “hoy en día hay tecnologías que NASA ha desarrollado, que puede partir las moléculas de agua y de esa forma producir combustible, algo que es importantísimo para toda la planificación que tenemos con el proyecto Artemisa”.
Grey Hautaluoma, vocero de la NASA, afirmó a BBC Mundo que la Luna es “un baúl del tesoro para la ciencia”.
“Con Apolo apenas arañamos la superficie en comparación con lo que aprenderemos con el programa Artemisa”, afirmó el vocero.
“Creemos que los polos de la Luna contienen toneladas de hielo. Y ese hielo representa poder, representa combustible, representa ciencia. Cuanto más lejos se aventuren los seres humanos en el espacio más importante será manufacturar materiales y productos con recursos locales”.
Cómo la Luna facilitó la vida en la Tierra
“La Luna jugó un papel clave para que la vida se dé en la Tierra porque las mareas que causa en la Tierra hacen que se produzca un vaivén en el océano”, explicó Ocampo.
Ese movimiento es clave porque permite la circulación de minerales y nutrientes.
“Si tuviéramos un oceáno estático, las probabilidades de que se diera la vida serían muy bajas. La Luna ayudó a formar un sistema biosférico que fuera propenso a la vida”.
La diferencia entre Venus y la Tierra es un enigma. Venus tiene el mismo tamaño y la misma composición que la Tierra, y se piensa que tenía océanos tan grandes como los de nuestro planeta.
“Pero Venus no tiene un satélite natural y su evolución ha sido tan diferente al punto que un pedazo de plomo se derrite en su superficie por las altas temperaturas”, afirmo la geóloga de la NASA.
“Es una de las grandes incógnitas, tenemos dos planetas gemelos básicamente y tenemos que agradecer a la Luna que trajo ese vaivén en los océanos y también equilibró la órbita de la Tierra”.
“Todos son factores que favorecieron que la vida se diera como la conocemos aquí en nuestro planeta”.
Dónde están las cuevas de la Luna
“Sabemos que la Luna tiene cuevas, que están estos tubos por donde circuló la lava”, afirmó Ocampo.
“Y poder mapear la distribución de esas cuevas va a ser muy importante, porque pueden proveer hábitats naturales”.
“Esos tubos por donde circuló la lava quedaron huecos y son como cuevas naturales. Con la sonda Lunar Reconnaissance Orbiter ves estos agujeros negros que son la boca de esos tubos de lava volcánica que se enfrió hace millones de años”.
Esas cuevas podrían ser eventuales hábitats para los seres humanos o sitios para almacenar equipos y materiales.
“Es una de las grandes preguntas científicas en las que se viene trabajando: dónde están las cuevas y cómo están distribuidas”, afirmó la geóloga.
Otra gran pregunta es el origen de concentraciones de masa en la Luna llamadas “mascones“.
“Cuando comenzamos a mandar satélites para que orbiten la Luna había porciones en las que el satélite era más atraído a la superficie de la Luna”, explicó Ocampo.
“Se sabe entonces que hay mayores concentraciones de masa pesada en esas áreas, pero no cómo se formaron y por qué existen en ciertas regiones y no en otras.”
El misterio del dínamo
La distribución de la cuevas también puede dar pautas para resolver otro misterio: cómo comenzó la era volcánica en la Luna y por qué de tener un núcleo activo pasó a tener un núcleo durmiente, señaló Ocampo.
“El dínamo en un planeta, que está concentrado en el núcleo, es como el corazón del planeta y produce el campo magnético de ese planeta o cuerpo celeste”.
“Sabemos que el dínamo paró en Marte y también en la Luna, y es muy interesante tratar de entender esa evolución de su núcleo, por que paró ese dínamo”.
Para Jesús Martínez Frías, “la Luna es una especie de gigantesco fósil, un puente hacia nuestro pasado y nuestro futuro”.
Nuestro satélite nos conecta con el pasado a través de sus claves primigenias.
“Y también es un puente hacia el futuro, porque nos va a poder permitir desarrollar nuevas tecnologías y hacer ciencia en la Luna sobre la Luna y hacia Marte y más allá”.
(Link a la nota original:
https://www.bbc.com/mundo/noticias-49032066 )