El fundador de SpaceX y Tesla, Elon Musk, presentó al público la nave espacial Starship. Además, compartió algunos detalles sobre ella y los planes de la compañía espacial.
Durante la presentación, celebrada en Texas, el empresario dijo que la nueva nave espacial podrá usarse para visitar la Luna, Marte y otras partes del universo. De hecho, podría usarse incluso para colonizar el planeta rojo, puesto que podrá transportar hasta 100 personas a bordo.
De momento esta nave no alzó el vuelo pero, según afirmó Musk, el primer prototipo —que estuvo a sus espaldas durante la presentación— realizará sus primeras pruebas de despegue y de aterrizaje “en uno o dos meses”. Durante estas pruebas, la Starship despegará y alcanzará una altitud de unos 20 kilómetros para luego aterrizar.
Luego, en el transcurso de un año podrá realizar sus primeros vuelos pilotados, aseguró el empresario de origen sudafricano. De hecho, SpaceX ya tiene a su primer cliente privado para este programa espacial: el milmillonario japonés Yusaku Maezawa. Planea realizar un vuelo alrededor de la Luna en 2023.
Hasta ahora y como parte del programa solo se habían efectuado unos saltos con la nave Starhopper, un prototipo de pruebas para la Starship. El Starhopper —equipado con tan solo un motor— despegó varias veces a una altitud de 150 metros y aterrizó con éxito.
La Starship, que mide unos 50 metros de largo, será propulsada al espacio como la última etapa de otro gigante: el Falcon Super Heavy. De este modo, la nave se convertirá en la etapa superior más grande de la historia. Para tener una idea más clara de su enorme tamaño, se pueden comparar los motores que usará este cohete con los que se usan ahora en los Falcon Heavy.
El gigante Super Heavy contará con 35 motores Raptor, cuyo empuje equivale a 70 motores Merlin usados por el Heavy. No obstante, este último cohete usa tan solo 18 motores, lo cual muestra la tremenda diferencia en tamaño que habrá entre los dos cohetes espaciales.
La pareja del cohete propulsor Super Heavy junto con la nave Starship tendrá una longitud total de unos 120 metros. Por ahora se desconoce el peso que tendrá el cohete pero, según afirmó Elon Musk, será capaz de llevar a órbita una carga útil de 150 toneladas y de tener el combustible necesario para volver a aterrizar.
Uno de los aspectos que más atención atrajo de los que vieron la novedosa nave espacial que podría llevar a los humanos a Marte es una peculiar apariencia brillante que da la sensación de que todo se ha construido con aluminio. Sin embargo, se trata de un importante avance tecnológico.
Es en realidad una aleación especial de acero inoxidable llamada 301 y compuesta por níquel y cromo. Según explicó el propio Musk, este acero se hace más fuerte cuando se somete a temperaturas bajas. Al mismo tiempo, se puede fundir para ser reutilizado en caso de que se dañen los cohetes al volver a la Tierra.
Además, es capaz de soportar altas temperaturas, por lo cual no hace falta añadir ningún escudo térmico en su parte superior. Solo se añade una capa fina de aislante en la parte del cohete que más queda expuesta a la hora de reentrar en la atmósfera terrestre.
Otro aspecto que salta a la vista son las aletas de la Starship, dos en su parte inferior y otras dos en la superior. Estas se usarán para controlar la nave espacial durante el aterrizaje y para efectuar determinadas maniobras.
(Link a la nota original: https://mundo.sputniknews.com/espacio/201909291088826759-elon-musk-presenta-la-nave-que-nos-llevara-a-marte-y-que-volara-en-2019/ )